Leyenda poética

El beso - Páramo de luz.

Huellas que ya fue,
Y otras tantas,
y así
Huyendo del desconcierto
Quien escapa del no saber,
del quien saber
Como quien se evade
de los crepúsculos
y toda tibieza.

Desconcertado
Sin saberse nada ni quien,
Invade crepúsculos
y toda tristeza.

Fue parido
A la inhóspita senda
La propia,
la de solo banquillas
Que si tuviera otro nombre,
solo barrancas

Tropezó
Tras breve vuelo
Todo su largo se interrogó.
Comenzó a rodar en sí
A sangrar en sí
A girar en sí
A caer en sí.


A sus ojos,
el entorno
Se le fue a la inversa
Se abrió la senda
Se desplegó en escena
Se desdobló en hartura
Se desangro en sentidos
Se desnudó en bellezas.
Y su entorno
Se aceleró de tal luz.

Suspendidas,
Con vaho resplandor
Las siluetas de carne traslúcidas
En páramo de luz

Y la escena,
El Lázaro herido, hecho heridas
Y la ternura,
Extendida, desplegada
Desnuda, desangrada
Se hizo síntesis
Besando.

(c)2002 EAG

1 comentario:

miguel dijo...

Páramo de Luz es de esos textos que prefiero no leer mucho para no gastarlos. Como una bebida añeja o un chocolate exquisito, cada vez un poquito y saboreando.

m.

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